
Nada personal: Homicidios dolosos acechan el Centro Histórico de Puebla
Vienen más baños de agua fría sobre la patria.
Soberana e inviolada, según la oratoria oficial, nadie advierte las intenciones de Donald Trump y esta semana puede haber un nuevo desengaño.
Ahora el amago es la no suscripción del acuerdo de seguridad largamente trabajado por ambos gobiernos para poner reglas claras de colaboración.
Nada de enviar fuerzas de seguridad para detener cabecillas de los cárteles mexicanos, a los cuales Washington ha declarado grupos terroristas.
Esa es la intención, pero deberá plasmarse.
El adelanto de ayer por The New York Times va hacia la temida pospoción de ese anuncio adelantado desde hace semanas por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Está prácticamente listo para su protocolización, ha repetido la mandataria en varias ocasiones, siempre con la soberanía como pancarta para el consumo interno.
Si la premonición se cumple, ese arreglo no lo firmará en su visita a la capital del país el secretario de Estado Marco Rubio, uno de los más críticos de los gobiernos actual y anterior.
COMO TRUMP QUIERA
Aquí hemos advertido:
Si alcanzan entendimientos sectoriales bilaterales, también fallará el propósito mexicano de hacer un acuerdo integral donde quepan todos los temas.
Seguridad en la frontera común, control del narcotráfico, detención y entrega de criminales, migración, comercio y cuantos se deseen agregar.
El fallo en este caso, el de la seguridad pública, se traduciría en desconfianza o por lo menos insatisfacción de Donald Trump.
También hemos dicho: no han bastado tantas concesiones y tantos esfuerzos para complacer al magnate, quien seguramente querría agregar nuevas condiciones.
Eso sólo lo sabrían pocos: por Estados Unidos naturalmente Trump, Marco Rubio, la secretaria de Seguridad Nacional Cristi Noem y los titulares de las distintas agencias, ACE, INS, FBI, CIA...
Y por México lo deben intuir la mandataria, el gabinete de seguridad, con Omar García Harfuch en primer lugar, y algunos más.
Pero esperemos ver con qué intenciones viene Marco Rubio.
MONREAL Y PADIERNA
El desacuerdo en la Cámara de Diputados arrastra varias colas.
Está, por supuesto, la negativa a la ley de la llamada supremacía constitucional con la cual se han autoungido el gobierno y el Legislativo morenistas.
Pero también está la afrenta de los duros del partido de Estado, quienes cobran a Ricardo Monreal la supuesta traición al impulsar en 2021 a Sandra Cuevas contra Dolores Padierna.
En aquella elección el zacatecano fue convocado a Palacio Nacional y él no negó su cercanía con la nueva alcaldesa de Cuauhtémoc y, por el contrario, expresó una frase:
-Fue la derrota de un largo cacicazgo caracterizado por la corrupción y la impunidad.
En 2024 las tendencias cambiaron.
Alessandra Rojo de la Vega, impulsada por la alianza PRI-PAN-PRD, venció a Edna Catalina Monreal Pérez, hija del coordinador parlamentario.
Ahora él debe operar bajo nuevo escenario para hacer respetar el reglamento y entregar a un representante de Acción Nacional la presidencia camaral.
Formalmente sí se negocian los nombres, pero cada fuerza política propone sus candidatos y sobre ellos se escoge a quien concilie y alcance los dos tercios del pleno.
Es decir, no se ha respetado el derecho del PAN de seleccionar entre cuatro: Kenia López Rabadán, Margarita Zavala, Federico Döring y Germán Martínez Cázares.