
Fuente de San Miguel Arcángel, ícono histórico de la ciudad de Puebla
PUEBLA, Pue., 13 de agosto de 2025.- En un año se han retirado más de 400 mil metros lineales de cableado en la ciudad de Puebla, principalmente el obsoleto de telefonía, televisión por cable e Internet de empresas como Telmex, Totalplay y Megacable. Pero no es suficiente, las talarañas de cables inundan todavía la ciudad.
“Yo he visto este problema en zonas un poco alejadas del centro de Puebla lo he visto porque, con respecto a, no sé si has visto el centro, ahora sí que las instalaciones son prácticamente subterráneas. La verdad, casi no se ven y, como te comentaba, ahora sí que en lugares fuera de, tal cual, no sé, bueno, yo vivo cerca de Resurrección. Se ha visto que prácticamente en estas zonas son donde hay más telarañas y prácticamente es combinación tanto de cable de energía como de comunicación”, comentó el ingeniero eléctrico Roberto Bautista, quien se desempeña como proyectista.
De acuerdo con comunicados de prensa, esta problemática de cableado se ha atendido en el Centro Histórico, Unidad Habitacional de La Margarita, en la Junta Auxiliar San Baltazar Campeche, El Carmen, Barrio de Analco, Barrio de Santiago, colonia las Cuartillas, Avenida 15 de Mayo, Villa Posadas, colonia San Manuel, Avenida 5 de Mayo (Mercado Independencia), 25 poniente entre otras unidades habitacionales y juntas auxiliares.
Tan solo en el Infonavit de Mateo de Regil en la calle del Circuito de Flores del Sur se observó cinco postes de luz con este problema de telarañas de cables. Hasta la fecha, no hay una cifra exacta que contabilice cuántas telarañas cableras hay en Puebla.
Y este exceso de cables no sólo impacta en la manera en cómo se percibe en la ciudad sino a las aves y éstas a la vez pueden generar un corto circuito, según explicó Roberto Bautista en entrevista para Quadratín Puebla.
Las consecuencias de las telarañas cableras
De acuerdo con un estudio denominado “Contaminación visual por cableado aéreo” de la Universidad Intercultural de Quillabamba en Perú, el exceso de cables aéreos provoca un deterioro estético que afecta la calidad de vida, reduce la satisfacción de los habitantes y degrada el medio ambiente urbano.
También disminuye el atractivo turístico y el valor de las propiedades. En el plano de la salud, genera estrés, ansiedad, fatiga cognitiva, problemas de atención, dolores de cabeza y comportamientos más agresivos. Además, implica riesgos de seguridad al obstruir la visibilidad, favorecer accidentes y presentar peligros de incendios o cortes de energía por daños climáticos. En conjunto, representa un problema visual, económico, sanitario y de seguridad pública.
Además de que al estar expuestos los cables se ven vulnerados a las distintas condiciones climáticas del día a día como el aire, la lluvia o las tormentas eléctricas que si llegaran a caer en un poste de luz puede afectar no sólo a los servicios que estén conectados sino a demás aparatos electrónicos.
“Si un rayo llegara a caer sobre una línea de baja tensión, que son los que normalmente tenemos en las casas, que son 127 volts o 220 volts, puede ocurrir un fenómeno se denominaría un fenómeno transitorio y prácticamente dañaría tanto la instalación de distribución de CFE como tus aparatos electrónicos. Entonces, sí hay un poquito de riesgo en cuestiones atmosféricas también” explicó el ingeniero Bautista.