
La falsa disyuntiva entre privacidad y seguridad
La ciudad capital gobernada por el alcalde morenista José Pepe Chedraui Budib, más que nunca, estará en la lupa del interés de la opinión pública.
De hecho, ya está en la agenda diaria del círculo rojo y de los habitantes de la capital del estado, tratándose de la ciudad más poblada, es muy compleja.
Para las personas de a pie, los de la vida cotidiana, conviven con una ciudad que agobia por los cráteres en el asfalto, el costo para estacionarse en la vía pública y sortear la inseguridad pública a bordo del transporte público, como peatón o por el robo de autopartes.
El acalde está más que preocupado por la percepción ciudadana respecto a la inseguridad pública, y en una reunión con dueños, directivo, y comunicadores de Radio y TelevIsión, les pidió el alcalde lo poyen a mejorar la percepción en la capital del estado.
Profesionales como los son los empresarios de los medios electrónicos hacen más que eso en sus labores de comunicación, pero a ellos y a los gobernantes la realidad los rebasa, y la credibilidad los obliga a reflejar los hechos cotidianos de lo que ocurre en la ciudad capital.
Chedraui no recurrió a la famosa frase del entonces presidente de México José López Portillo: “no pago para que me peguen”, pero ni hizo falta que lo manifestará de manera literal ¿o sí?
Pero frente a lo que desea o quiere el gobernante municipal, la realidad se impone y es un insumo de los servicios de los medios electrónicos en las barras de noticias, pero al igual difunden la estrategia y las acciones contra los índices delictivos.
No depende de los medios de comunicación la existencia de los fenómenos delictivos, no pueden soslayarlo, pero la solución al respecto depende de la estrategia exitosa de los operativos policiacos contra la delincuencia, no con operativos mediáticos (una “caja china” o informar solo de la guerra Ucrania Rusia)
Nadie en su sano juicio podría acceder a esconder los hechos bajo la alfombra de los medios electrónicos, ya sea Radio o Televisión.
Un conocido me recordó de un desencuentro entre los fallecidos Rafael Moreno Valle, entonces gobernador- y el exitoso periodista radiofónico Javier López Díaz, a propósito de la percepción de inseguridad pública.
Moreno Valle pidió entonces no retransmitir en el día un hecho delictivo porque la penetración de López Díaz en la audiencia radiofónica se traducía en más del 20 por ciento en las encuestas de mala percepción de inseguridad.
López Díaz se negó a hacerlo, y se dio la fricción entre Moreno Valle y López Díaz, misma que terminó con la intervención de la empresaria radiofónica.
La ciudad capital es más compleja que la percepción de inseguridad, lo complejo está relacionado a la ciudad como sede de los Poderes del Estado, ciudad rehén de la perversidad política de cara los procesos sucesorios de las elecciones municipales.
Si es difícil ocultar las dolencias de las que padece la ciudad, de las más pobladas del país, ahora serán más notorias porque hay interés de que así suceda por los poderes fácticos y reales, incluido el fuego amigo, por la adelantada contienda por la alcaldía en 2027.
¿Por qué es importante la ciudad capital y lo que ocurra con su gobierno a sus gobernados? porque más de un morenista quiere ser alcalde o alcaldesa capitalino en 2027, porque es la antesala a la gubernatura en 2030.
Esta ruta involucra al propio Pepe Chedraui porque en esa ruta al 2030 lo obligaría a postularse por la reelección para el 2027, y deberá pasar al filtro de Morena donde es de recién ingreso como militante al obtener su carnet.
La diputada de los baches, Laura Artemisa García ya instaló la oficina de “gestión” para operar su campaña adelantada en ciudad; en tanto que José Luis García Parra, el jefe del gabinete, tiene manga ancha para ese fin, con todo y la promoción a favor de Rodrigo Abdala.
Pepe Chedraui tiene frente así varios frentes abiertos, y seguro la pugna política será la más peligrosa y desgastante que los malandros de la delincuencia, que los baches o los parquímetros.