
Nada personal: BUAP: sucesión rectoral, con aroma a… reelección
Luis María Alcalde Luján, la presidenta nacional de Morena, visitó Puebla para agitar el gallinero rumbo a los lejanos comicios locales y federales de 2027 y 2030.
Con la visita partidistas a sus correligionarios, la exsecretaria de Gobernación detonó el levantadero de manos de quienes aspiran a reelegirse en las alcaldías y diputaciones.
Con el énfasis de morenista en la prohibición de prácticas de nepotismo electoral para heredar los cargos de elección popular a sus familiares, encendió la pradera.
De inmediato varios morenistas indagaron los vínculos consanguíneos que los unen con gobernantes: las actas de nacimiento, las CURP, las pruebas de ADN y hasta validar la paternidad, que les impida postularse en las elecciones del 2027 o 2030.
Fueron “Los Primos Mier” –hasta parece nombre de grupo de música norteña”-, el gobernador poblano Alejandro Armenta Mier y el senador Ignacio Mier Velazco, quienes protagonizaron el primer “affair” debido a los vínculos familiares.
El senador y aspirante a la gubernatura, Mier Velazco, negó el parentesco familiar con el gobernador, a quien calificó como un pariente lejano, “muy lejano”.
El senador tendría que recurrir al registro civil -como ironizó el mandatario estatal- para cambiarse el apellido -él y otros-, fuera el caso extremo.
“Yo de verdad lamento y ofrezco disculpas, ofrezco disculpas a mis primos, a mis familiares, a los familiares Armenta y a los familiares Mier, porque la ley les impide participar políticamente. Es muy claro: el nepotismo está cancelado en la vida pública, por lo menos en 2027 y 2030”, publicó Armenta en sus cuentas de redes sociales.
Literal, le cierran las puertas a uno de los aliados del senador y exgobernador Adán Augusto López Hernández, el morenista más incómodo y apestado, político tabasqueño en disputa por el control del partido con la presidenta Sheinbaum.
La prohibición del nepotismo aplicable en los procesos electorales no será exclusivo a los primeros primos del estado, las dos importantes figuras políticas, sino que se extiende a otros cargos como las presidencias municipales y las diputaciones-
Por ahora no tiene ningún impedimento para reelegirse en el cargo el presidente municipal de Puebla, Pepe Chedraui.
Y en casos como San Andrés Cholula, como la alcaldesa panista, Guadalupe Cuatle Torres, ya no puede regresarle la estafeta a su esposo el exalcalde Edmundo Tlatehui o a otro familiar, irá por la reelección.
Los diputados y senadores panistas pidieron congruencia con la ley contra el nepotismo electoral aprobada en marzo pasado; el alcalde Eduardo Rivera no podrá sustituir a su esposa Liliana Ortiz, en la Cámara de Diputados.
Acabarán dinastías familiares en cargos de elección popular como las hermanas Liliana (PAN), Denisse (senadora suplente del PT de Yeidckol Polevnsky) y la regidora Esther Ortiz (MC) en el ayuntamiento de Puebla, sin opciones en el PAN ni en MC o cualquier otro partido.
Ocurrirá lo mismo con la familia Riestra Piña: Mario, Susana y Rodrigo, y Patricia Vázquez del Mercado, exsubsecretaria en la SEP.
Pero son más las familias, entre esposas, parejas, hijos, hermanos, primos, tíos en otros partidos -orgullosos de su nepotismo- como en Morena, en el caso de la familia Rivera Vivanco, que incluye a la madre, hijas, hijos y parejas que viven del erario público.
Hay familias que dejaron huella en la práctica del nepotismo electoral, como es el caso de la familia González Vieyra:
Eruviel, Giovanni y Ramiro - actualmente presos- y exalcaldes de Ciudad Serdán, Tlachichuca y San Nicolás Buenos Aires.
Guiados por su padre, Ramiro González Navarro, empezó como alcalde de Tlachichuca, les pasó el cargo a sus hijos y luego éstos se expandieron a otros municipios de la región; hasta la mamá de ellos fue alcaldesa suplente.
En Santa María Coyomeapan, por ejemplo, el poder se ha quedado en la familia Celestino Rosas por diez años y serán otros tres más.
Araceli Celestino Rosas, fue alcaldesa y ahora es diputada federal por Morena; Rodolfo García López, esposo de Araceli, es el actual alcalde.
En el caso de San Miguel Eloxochitlán, Delfino Hernández Hernández fue alcalde por el PT (2021-2024) al relevar a su hermano Honor, (2018-2021); diez años ininterrumpidos en el poder.
En el municipio mixteco de Petlalcingo, la familia Vergara Tapia, ha gobernado por casi 20 años.
Ocurre lo mismo con familias de Antorcha Campesina que gobiernan municipios como Santa Clara Ocoyucan, Huitzilan de Serdán o Tecomatlán, comparten lazo sanguíneo.
La práctica de nepotismo electoral se extiende a otros municipios como Nauzontla y Tlatlauquitepec, de la Sierra Norte y en otras regiones del estado.
La prohibición al nepotismo electoral, los mismo toca a familias relacionadas con la gubernatura, las presidencias municipales y las diputaciones; pero el nepotismo sobrevive en los Poderes del Estado, convertidos en una bolsa de trabajo de la burocracia dorada en Puebla.