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PUEBLA, Pue., 24 de julio de 2025.- La izquierda electorera, una de las fuerzas cuna del PRD y Morena, como oposición tomó como banderas el rechazo a la Cédula Única de Identidad en régimen priista. ¿Lo recuerdan?
Advertían los entonces defensores de las libertades y los derechos humanos las graves violaciones constitucionales, incluidos los propios de menores de edad.
Comparó la izquierda opositora la imposición desde la Secretaría de Gobernación federal la imposición de la Cédula Única de Identidad, como una medida propia de regímenes autoritarios y de dictaduras, cuasi de “fachos” (como dicen ello).
Un integrante del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) se manifestó en contra de la cédula, “pues no podría coexistir con la credencial para votar porque generaría la desactualización del padrón” electoral.
El IFAI dictó entonces una serie de recomendaciones a la Segob para dar cumplimento a los principios de protección de datos personales en el Proyecto de Implementación del Servicio Nacional de Identificación Personal y Expedición de Cédula de Identidad.
Insistió el IFAI que Gobernación federal debería eliminar el registro de datos biométricos de menores de edad.
Vino después el errático y escandaloso Registro Nacional de Vehículos, conocido como RENAVE, durante el gobierno priista de Ernesto Zedillo Ponce de León, con la "Ley del Registro Nacional de Vehículos" aprobada en Cámara Baja en 1998.
Nuevamente, la oposición de la autollamada izquierda también lo cuestionó, porque significaba un control de los vehículos automotores por el gobierno, las matrículas, la serie de motor e identidad de propietarios y conductores.
El RENAVE terminó en un escándalo de corrupción en esa época porque en el año 2000 fue arrestado en Cancún, Quintana Roo Ricardo Miguel Cavallo, empresario y director del Renave, acusado de fraude, malversación y venta ilegal de automóviles, lo que influyó en la desaparición del Registro; Cavallo fue enjuiciado en España por crímenes de guerra.
Bueno, pues esa misma “izquierda” que en su papel de oposición cuestionaba todo con las teorías de la conspiración gubernamental para tener el control de la identidad y vida de los mexicanos, pues esos mismo, ahora como gobierno, impusieron la Curp Biométrica.
Será la Curp Biométrica, el documento oficial en el gobierno en la era de la Cuarta Transformación de Morena, acusado el gobierno de tener el control de la vida e identidad de las personas, incluidos los menores de edad.
Es en la práctica el mismo sistema de la Cédula Única de Identidad pretendida en el régimen priista al que se opusieron, acusándolos entonces de ser autoritarios; una “dictadura perfecta”, declaró en ese tiempo el escritor y periodista Mario Vargas Llosa.
¡Ah¡, pero aclaró la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez – la exreportera defensora de las libertades-, que la curp biométrica “será voluntaria”, pero le pone fecha a la obligatoriedad: a partir del próximo octubre.
Desde ya, el sistema bancario, en ventanillas públicas y privadas para realizar trámites y contrataciones, exigirán como obligatoria la presentación de la Curp Biométrica, medio de identificación que implementará el gobierno para adueñarse de los datos personales.
El gobierno de Morena -una mezcla de izquierda electorera y priistas de la defección- hicieron con la Curp Biométrica lo que el PRI y PAN no lograron con la imposición de la Cédula Única de Identidad.