
Libros de ayer y hoy: Traición a la patria y los que la cometen
"Me dedico, desde hace décadas (sic), a la docencia e investigación en una universidad pública de mi país, donde continúo trabajando, y desde luego no me he ido a vivir allá (España) ni a ningún otro lado. Tampoco Jesús Ernesto", aclaró Beatriz Gutiérrez Müller.
Se refirió la exprimiera dama y esposa de Andrés Manuel López Obrador a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), donde más de uno y una en la máxima Casa de Estudios levantó la ceja: ¿cuál docencia (principalmente) e investigación desde “hace décadas”?
En una carta solicitud de información dirigida al director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSYH) de la BUAP, Giuseppe Lo Brutto, la reportera de Quadratín Puebla, Natalia Mora, le pidió el 4 de agosto le informara de la situación laboral de Gutiérrez Müller.
Lo Brutto, como es su costumbre de encubrir el desaseo académico de los protegidos de él y Francisco Vélez, hizo caso omiso a la solicitud, con esa arrogancia y prepotencia que lo caracteriza de minimizar y ningunear a los nacionales.
El propósito de la solicitud al ICSYH era conocer qué docencia y qué investigación realiza la señora Beatriz Gutiérrez Müller quien no pone un pie en el Instituto “Ponchito”, a diferencia de cientos de docentes universitarios de la BUAP.
La esposa de López Obrador negó se vaya a mudar a Madrid, España, para vivir en la Moraleja, un suburbio fifí de las familias adineradas y de figuras del deporte y el espectáculo en aquella ciudad Ibérica.
Es correcto aclare Gutiérrez Müller no cambiará su residencia a Europa, porque no le alcanzaría a solventar gastos con un sueldo de 12 mil 484.82 pesos quincenales con plaza de Titular A de Tiempo Completo (TC) en el ICSYH, con 24 mil 079.22 mensuales, más estímulos.
No podría vivir en una zona habitacional exclusiva en Madrid, con un salario adicional como miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de Nivel II con un sueldo de 30 mil pesos al mes, para un ingreso conjunto de 54 mil 969.64 pesos.
Difícil podrá radicar en Madrid si su esposo no cobra una pensión y solo porta en su billetera 200 pesos y tiene un solo par de zapatos, que le impone sus principios juarista y franciscana de la austeridad.
Y en efecto, sería una incongruencia que después de ondear la bandera de los pobres en México, se mudara a vivir como adinerada a Madrid, que la obligaría a transparentar el origen de recursos millonarios para pagar el menaje y la colegiatura de Jesús Ernesto en la Universidad Complutense.
No desconoce hasta la fecha cuándo y cómo presentó el examen por oposición para ingresar a la BUAP como investigadora para concursar -como los hacen los aspirantes a una plaza- para ocupar la plaza de titular A de TC en el ICSYH.
Solo se sabe que ingresó a la BUAP gracias al entonces rector Alfonso Esparza Ortiz, quien la incorporó a la academia para tener una mejor relación con el entonces presidente López Obrador.
En una carta desafortunada, por la mala redacción, tratándose de una exreportera, escritora y con grado académico de Doctora-igual de mala que la carta publicada por Andy López Beltrán- Gutiérrez Müller no aclaró ni trasparentó nada, y de su vida íntima con su esposo, la verdad a nadie le importa (porque lo que se ve no se juzga).
Los “cónsules de la memoria” de Beatriz Gutiérrez contra la corona española
A quién le rindió cuentas de los gastos en el Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de la Presidencia de la República.
Los directivos del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP deben explicar por qué la doctora Lilián Illades Aguiar del ICSYH cobraba su salario como académica de ese centro de investigación, pese a que realiza actividades exclusivas para el Gobierno Federal como “agregada cultural” de la Embajada de México en España.
La contratación de la investigadora como “consejera cultural” de la Embajada de México en España, correspondió a una invitación de Gutiérrez Müller, quien la integró al equipo de “cónsules de la memoria” (sic).
Se trató del equipo de académicos que investigaban en Europa los “agravios” de España, como parte de los festejos de 500 años de la Conquista y los 200 de la Consumación de la Independencia., con gastos millonarios a cuenta del gasto presidencial.
Illades Aguiar fungió como funcionaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el cargo de “agregada cultural” de la Embajada, no como investigadora del ICSYH de la BUAP donde siguió cobrando su salario, pero dobleteaba en el ICSyH y la SRE.
En Madrid también radicó otro miembro del ICSyH, el académico Agustín Grajales, cuñado de Vélez Pliego, y su estancia en Europa fue en su calidad de pareja de Lilian Illades, pero también siguió cobrando en la nómina del instituto “ponchito”.
El ICSyH nunca aclaró por qué Lilián Illades Aguiar y Agustín Grajales cobraban en el ICSYH y como parte del equipo de Gutiérrez Müller para investigar los agravios de la corona española.
De apoyar al dictador Augusto Pinochet a ser aliada de Morena en México
Beatriz Gutiérrez Müller siempre ha sido un ave de tempestades, aseguran quienes la conocieron de cerca cuando llegó a radicar a la ciudad de Puebla a estudiar a la Ibero.
Con morral y chanclas, en aquellos días de los ochenta en la universidad jesuita, fue ferviente defensora del régimen del dictador golpista Augusto Pinochet.
Su progenitora de origen chileno apoyó el derrocamiento del presidente Salvador Allende, así lo exhibía Gutiérrez de manera abierta en los círculos universitarios.
Gutiérrez Müller pasó de respaldar a Pinochet a codearse con figuras de la llamada izquierda mexicana, de la mano (literal) de Alfonso Ramírez Cuéllar.
Lo mismo pasó de denunciar la afrenta histórica por la conquista española, con la exigencia a la monarquía de disculparse, a solicitar la ciudadanía española por parentesco en la línea paterna, ambas acciones realizadas como esposa de AMLO.
Beatriz llegó al gobierno de la ciudad de México del brazo del barzonista y actual diputado federal de Morena, Ramírez Cuéllar.
Sin pena ni gloria como reportera en la prensa poblana, ligada a colegas relaciones personales muy estrecha, Gutiérrez siempre tuvo un alto de miras, y así es como llegó a una de las oficinas de prensa del Gobierno de la CdMx encabezado por AMLO, donde empezó la relación hasta lo que se conoce hoy.