Hasta 3 millones de pesos, costo de palcos en Estadio Cuauhtémoc

PUEBLA, Pue., 6 de agosto del 2025.- Esta semana, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, anunció la regularización de los palcos del Estadio Cuauhtémoc, espacios que en muchas ocasiones han resultado un negocio lucrativo para dueños e incluso para el Club Puebla.

De acuerdo con la secretaria de Planeación, Finanzas y Administración, Josefina Morales Guerrero, destacó que todos los palcos tienen dueño, pero es necesaria una regularización debido a que no está clara la pertenencia de estos lugares.

Adquirir un palco en el Estadio Cuauhtémoc no es fácil, pues uno de estos espacios puede llegar a costar hasta 3 millones de pesos, dependiendo del número de asientos y la ubicación en el inmueble, esto de acuerdo a la empresa inmobiliaria Bestmont.

El Estadio Cuauhtémoc se inauguró el 6 de octubre de 1968. En ese entonces se vendieron los primeros palcos que están alrededor del inmueble. Posteriormente, en la ampliación que se dio previo al Mundial de México 1986, se vendieron los palcos ubicados en las rampas.

No hay información clara del costo que se tuvo para la venta de estos palcos. Unicamente se sabe que fueron vendidos a particulares bajo derechos privados, contando con una validez de 99 años.

Es decir, estos primeros palcos dejarían de pertenecer a sus actuales dueños en los años 2067 y 2085. Importante entonces resulta la regularización, pues en algunos casos no se conoce al dueño.

En la remodelación que se dio en los años 2014-2015, bajo la administración de Rafael Moreno Valle Rosas, se construyeron palcos en las nuevas rampas edificadas, espacios que fueron vendidos mediante títulos notariales por 50 años.

El costo de estos palcos osciló entre los 900 mil y el millón 300 mil pesos. Al parecer, algunos fueron adquiridos por empresas que los ofrecen por juego o evento que se desarrolla en el inmueble.

Si algún interesado quiere adquirir un palco, debe tener cuidado con el vendedor, ya que se han presentado estafas, motivo por el que muchos aficionados prefieren rentar el espacio por juego, dependiendo del partido que se desarrolle, que también determina el precio de la renta.